Cómo prevenir los golpes de calor de tu perro
La llegada de las altas temperaturas veraniegas en España puede provocar graves problemas en nuestras mascotas, como los golpes de calor. Nuestros amigos de cuatro patas son genéticamente más sensibles al calor que los humanos. Ante una falta de capacidad de regulación de la temperatura corporal mediante el sudor, los perros se refrescan principalmente mediante el jadeo. Sólo están capacitados en expulsar sudor mediante las almohadillas de los pies.
Estos golpes de calor se suelen dar en época de verano, y en zonas de mucha humedad. Los espacios reducidos y/o mal ventilados, poco aireados son ambientes que también los propician.
Los síntomas más comunes de golpes de calor suelen ser pereza y lentitud, tambaleos, tropiezos o caídas, e incluso temblores musculares, aumento del ritmo cardíaco y padecer vomito reiterado y diarreas. Todo ello puede ocasionar daños cerebrales, pulmonares, musculares y en el hígado, fallo de los órganos, inflamaciones varias y acabar con nuestra mascota.
Baja la temperatura corporal de tu perro
Es primordial responder rápidamente ante los golpes de calor: si éste es tan grave que imposibilita el traslado a tu perro a la clínica veterinaria, intenta bajar su temperatura corporal.
Es aconsejable trasladarlo a un lugar fresco, ventilado y aplicar frío en zonas importantes como la cabeza, el cuello, las axilas e inglés. Así refrescaremos la sangre que se dirige al cerebro, evitando posibles daños cerebrales, y aminorando la velocidad de la respiración, que bajará poco a poco.
Una vez calmada, se recomienda someter al animal a un chorro de agua no muy fría, e intentar humedecerle la boca sin obligarle a beber, ya que puede causarse un ahogo. Es fundamental tener controlada la temperatura corporal durante todo el proceso.
Si la ocasión lo permite y el golpe de calor no impide su traslado, en caso de acudir en coche al veterinario es conveniente bajar las ventanillas o poner el aire acondicionado. El médico realizará un reconocimiento mediante un análisis de sangre, desvelará los posibles daños ocasionados y ordenará una medicina específica para terminar con el golpe de calor.
Estas situaciones demuestran la importancia que supone la hidratación para nuestros amigos peludos en épocas de sofocante calor. Dejar siempre agua fresca al alcance de tu perro es fundamental; se recomienda incluso ponerla en dos recipientes distintos, por si uno de ellos se vuelca.
Otro método preventivo es dar de comer al animal por la noche, cuando las temperaturas son más frescas, evitando así posibles colapsos. O sacar a pasearlo en los momentos de menos calor, evitando esfuerzos físicos bajo temperaturas calurosas.
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